El primero de enero siempre ofrece un nuevo comienzo.  Es un libro virgen con las páginas en blanco; un mar inexplorado; un camino no transitado, un sueño no utilizado.  ¿No sería genial si solo por un año, todo sucediera de acuerdo a lo programado y exactamente de acuerdo con tu plan? ¿En verdad sería?  A veces lo inesperado es la mejor experiencia.

Observaciones sobre cómo tener un nuevo yo para el Año Nuevo:

1. Recuerde que el cambio permanente es adentro; El cambio temporal es hacia afuera.

2. Nuestra actitud debe ser correcta.

Por lo general, comenzamos este año limpiando la refrigeradora ... ¡ya no hay espacio para lo que sobra!  Necesitamos hacer eso con nuestras vidas también. ¿Cuáles son tus remanentes del año pasado? ¿Fracaso?  ¿Errores? ¿Éxito? ¿Enojo? ¿Triunfos?  ¿Ansiedades?  Olvídalos, todos ... ¡buenos o malos!  ¡Y avance con la actitud correcta! El apóstol Pablo dice: "Olvidando lo que está detrás y esforzándome hacia lo que está por delante ..."  Siga con un propósito y una actitud positiva.

Filipenses 3: 13-14 (NVI) -  Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.

Aquí está el punto: "Para entender la mente de una persona, mira lo que ya ha logrado. Para comprender el corazón de una persona, mira lo que todavía aspira a hacer."